¿Qué es un fideicomiso y para qué sirve?

El fideicomiso es un contrato a través del cual una persona, llamada fiduciante, transfiere bienes propios a otra persona, el fiduciario, que puede ser física o jurídica, para que esta los administre en beneficio propio o bien de una tercera persona llamada beneficiario. Dichos bienes pueden ser sumas de dinero como también derechos. Se entregan bajo el contrato de fideicomiso a una entidad fiduciaria para que los administre y ejecute un fin legítimo.

Una de las características más llamativas del fideicomiso es que el patrimonio, objeto de este contrato, no puede ser perseguido por el fiduciante ni por el fiduciario. Asimismo, tampoco puede verse afectados por la quiebra de alguno de ellos. Sólo se puede comerciar con los fines especificados en el contrato del fideicomiso. Esto es porque ninguna de las partes es propietaria de los bienes, ya que una le otorgó el patrimonio a otra para que los administre o los invierta a beneficio de un tercero: el beneficiario.

El fideicomiso sirve para asegurar, a través de un marco jurídico, que los bienes serán empleados para un fin determinado y que sus beneficios económicos serán recibidos por los beneficiarios determinados en el contrato y no por aquel que recibe la propiedad para administrarla o invertirla. Gracias al fideicomiso los bienes quedan resguardados de los acreedores del fiduciante, de los del fiduciario y de los beneficiarios finales. Los bienes transferidos a título fiduciario quedan atados a la finalidad que determinó el fiduciario en el contrato.

El contrato de fideicomiso sirve tanto para relaciones comerciales individuales como pueden ser la estructuración de desarrollos inmobiliarios, y también para grandes proyectos de inversión con muchos socios. También es muy utilizado para dejar donaciones a instituciones solidarias o de bien público, las cuales instrumentarán el patrimonio en beneficio del objetivo que persiguen.

Hay tres tipos de fideicomisos: de garantía, de administración y financiero. El fideicomiso de garantía se utiliza para garantizar el cumplimiento de las obligaciones que determine el fiduciante al momento de otorgar la propiedad al fiduciario. El de administración cede los bienes al fiduciario para que este las administre y gestione el proyecto en cuestión. Por último, el fideicomiso financiero es aquel en el cual el fiduciario es una entidad financiera o una sociedad especialmente autorizada por la Comisión Nacional de Valores para actuar como fiduciario financiero.

Fuente: ElAbogadoLaboral.com.ar